Travesuras.
La soñé fraccionada
Desarmada en trozos impares
Resumida en un cuerpo desinflado
Bajé la cabeza
O quizás el cuello o quizás el cielo
Le toqué las puntas de los pies
Calculé la distancia entre sus costillas y su alma añejada
Escondida, trabada
Iluminada por las luces
De un pasillo en ruinas
Creí ver que el suelo
Reunía trazos de un armamento oxidado
Como si un guerrero
Se hubiese desnudado en el campo de batalla
Con el dedo índice
Dibujó su firma en el metal podrido
Se llevó el polvo a la boca, lo tragó sin miedo
Aquellas partículas de tiempos acabados
Descendieron por su tráquea hasta llegarle a los pulmones
Las sentía disolverse
Mezclarse con su sangre
Eclipsarle las venas
Teñírselas de gris
La contemplé imponente
Helada y silenciosa
Blanca como las luces del baño en el que me observo
Con la piel enrojecida por el agua hirviendo
O quizás mi ira o quizás mi rabia
Afuera, el cielo se cierra sobre su cabeza
Y mientras dibuja
Su nombre
Sobre las carcasas vacías
De un ejército reducido a cenizas
Me mira y se ríe
Me mira y se ríe.